Me eduqué desde pequeña en un colegio de religiosas, cuyo nombre omito, porque no creo cuelguen mi foto en el muro de la fama, sobre todo porque las que me conocieron se fueron a México y otras están fuera de la congregación con y sin dispensas papales.
Los editorialistas han subido el tono contra las 17 mujeres, para las cuales, diferentes organizaciones sociales solicitan indulto.
El proceso de indulto se solicita porque el Estado les ha fallado, no sólo porque no tuvieron acceso al derecho humano de la salud, lo cual hizo que varias de ellas tuvieran partos extra hospitalarios en condiciones insalubres, además llegaron con severas hemorragias a los centros de salud y chocadas, siendo denunciadas desde el inicio de auto provocarse abortos; si ves una hemorragia no podés inferir automáticamente que esa mujer, que se está muriendo, puso en peligro su propia vida porque en ella existe un "espíritu de maldad".
He dado a luz cuatro veces, tres partos naturales y una cesárea; en el primer parto tuve la peor atención del mundo en el Hospital Nacional de Maternidad, desde los regaños de las enfermeras a la indiferencia del médico que me veía doblarme del dolor y que me decía: “Eso es ser madre, así se hacen las mujeres, por el mismo sitio donde le metieron el bebé, debe salir” y se rehusaba a revisarme aduciendo que por ser primeriza no podría tener más de tres centímetros de dilatación. Cuando al final accedió de mala gana a revisarme me introdujo la mano con tal fuerza que me rompió la bolsa, pues ya tenía 10 centímetros de dilatación.