Los partidos políticos poco a poco han ido definiendo sus candidaturas para los concejos municipales y las diputaciones. Cero sorpresas: como en la elección anterior, de nuevo la participación de las mujeres es baja.
Los partidos políticos han cumplido con la formalidad de los porcentajes, pero la participación de las mujeres no es clave, sino una respuesta a la Ley de Partidos, que en su artículo 37 los obliga a incluir en sus planillas por lo menos un 30 % de participación de mujeres a cargos de elección popular, tanto para los concejos municipales y las diputaciones nacionales y centroamericanas.
Lo lamentable es que la inclusión de mujeres en las planillas busca, prácticamente, “rellenar” las listas. Las mujeres van en posiciones que no son ganadoras o en cargos que no son de poder real. Así, nuevamente, el patriarcado hegemónico de los partidos políticos se impone.
Se nos sigue vendiendo que son los brazos de los hombres los más seguros, pero esto no es cierto. La participación de las mujeres en el gobierno central ha sido sobresaliente. Por ejemplo, tenemos la gestión de Yanci Urbina en la Defensoría del Consumidor. Esta institución destinada a defender los derechos de los consumidores/as ha tenido un nuevo carisma, haciendo todo lo que esperábamos que hiciera y más. En la gestión de Urbina se logró incluso la devolución de dinero del Banco Davivienda y el Banco Cuscatlan de cobros indebidos a los usuarios. Urbina también puso en marcha el observatorio de precios, que nos permite verificar quién es quién en los precios, para no dejarnos ir por las famosas “ofertas” que al final no tienen nada de oferta. El trabajo de mediación que se hace, aunque en ocasiones nos podría parecer largo, es muy eficiente. Yo he llevado cuatro casos como usuaria contra telefónicas, financieras, comerciales y un servidor estatal, ANDA. En todos los casos recuperé mi dinero y/o cancelé contratos sin responsabilidad y revertí multas o cobros indebidos. Quizá queda la sensación de que se pudo haber hecho más, pero sin duda Urbina ha logrado que nos sintamos seguros que esta institución nos va a resolver de alguna manera.
Hoy Yanci Urbina va de candidata a diputada por San Salvador, y luego de conocer su trabajo en la Defensoría, obviamente tiene mi voto asegurado. Ella es una de mis 24 opciones para el departamento.
Entre otras mujeres que han hecho una excelente labor se encuentra Vanda Pignato y su apuesta por Ciudad Mujer, un modelo que por su trabajo con mujeres sobrevivientes de violencia ha sido tan novedoso y de tal trascendencia que varios países han decidido replicarlo. En México, con tres sedes; en Honduras, una. Este modelo, críticado en sus inicios, ha demostrado que funciona para que las mujeres puedan sobreponerse a los procesos de violencia a los que fueron expuestas, con acompañamiento de las instituciones del Estado. Y no se queda ahí: el proyecto impulsa a las mujeres para que logren su autonomía económica, brindándoles capacitaciones y capital semilla para emprender pequeños negocios que les permitan salir del círculo de la violencia.
Ileana Rogel, desde CONAMYPE, es otra de estas mujeres que han sobresalido en su trabajo, impulsando la economía con la pequeña y mediana empresa. Una labor de hormiga que se extiende a todo nuestro territorio y que busca que estos negocios se regularicen, que mejoren sus capacidades, que innoven, para ser más competitivos en sus mercados. CONAMYPE también les apoya en las búsquedas de capitales para ir avanzando y creciendo en sus negocios. Su trabajo no recibe la publicidad que se merece porque toda la gloria se la estuvo llevando el Ministerio de Economía, pero tengo la certeza que siendo autónoma, veremos su trabajo y esfuerzo, y no será otro quien salude con “sombrero ajeno”.
También tenemos la labor tanto de la doctora María Isabel Rodríguez como la de la doctora Violeta Menjívar al frente del Ministerio de Salud. Ellas son mujeres que iniciaron la reforma de salud con poco presupuesto -y les han recortado más-, pero aún así quitaron las mal llamadas “cuotas voluntarias” y terminaron los procesos judiciales contra las constructoras que dejaron a la deriva siete hospitales. Ellas rescataron esos proyectos y además batallaron en la Asamblea Legislativa para que se aprobara por segunda vez –porque del primer préstamo nadie da razón del dinero, que parece se esfumó en el aire- el préstamo para construir un nuevo hospital de maternidad.
Claro, estos ejemplos que he mencionado son de gestiones que no son infalibles, y en más de una ocasión ya han sido cuestionadas, pero también es cierto que son mujeres que todas y todos respetamos por su labor.
En las alcaldías son dos mujeres las que están en poder real y en municipios importantes: Milagro Navas en Antiguo Cuscatlán y Lupita Serrano en Cojutepeque, ambas del partido Arena. Nadie puede negar que tras 20 años de gestión de la niña Mila, y aun con ciertos errores, su municipio le sigue dando el triunfo porque muchas cosas buenas habrá hecho. Doña Lupita, en Cojutepeque, es la UNICA mujer que ganó una cabecera departamental de las 14. Ambas han demostrado que las mujeres pueden hacer la diferencia en gestiones municipales. De nuevo, sus gestiones no son infalibles y tendrán errores, pero obviamente el resultado de sus gestiones tiende a minimizarse cuando se hace con sesgo ideológico
Estos son los ejemplos que puedo nombrarles porque son así de pocos los cargos donde las mujeres están en poder real. Para 2018 hago el llamado para que se vote por mujeres, sobre todo para aquellas que se han postulado para cargos de poder real. No podemos seguir en un país en el que las mujeres representan más del 50% de la población, pero se nos impide acceder a cargos de elección popular y demostrar nuestras capacidades.
Desde hace varias semanas les hice saber que, por principio, en estas elecciones votaré por mujeres. Yo buscaré a aquellas que tengan una agenda similar a la mía y los invito a que hagan lo mismo, pero sepan no les estoy diciendo: “vote por una mujer solo porque es mujer”. Se trata de que razone su voto y encuentre las propuestas y apuestas que más le convenzan, y tómese el tiempo de evaluar las de las mujeres candidatas
No votemos por banderas, votemos por hacer cambios reales. No caminen a las urnas pensando en su color, camine pensando en hacer la diferencia. ¿Por qué debemos votar por bandera respetando el orden de los partidos políticos, donde los primeros cargos son ocupados solo por hombres? ¿Le resulta tan difícil a usted darle la oportunidad a las mujeres? Tampoco le digo que vote por las mujeres de un solo partido; hoy con las listas desbloqueadas y el voto cruzado podemos armar una Asamblea Legislativa con mayoría de mujeres de diferentes ideologías. Incluso en los concejos municipales podemos darles las cabeceras a ellas.
¿Por quién votar? Esa es decisión de cada quien, pero yo que voto en San Salvador lo haré por Jackeline Rivera. Pese a que la he criticado por sus posturas ante la Sala de lo Constitucional, la considero la mejor opción para este municipio. Obviamente me refiero a los partidos mayoritarios, porque es ahí donde hasta hoy se ve la contienda. Mis disculpas a los otros candidatos, pero yo no veo aún que tengan opción de cambiar la tendencia de la alternancia entre Arena y el FMLN.
Me van a disculpar, pero no confío en el candidato que aparece en un video reunido con pandillas, en donde les consulta qué funcionario quieren en seguridad para un eventual gobierno de Arena.
Cada quien puede tener sus preferencias ideológicas y electorales. Lo que le pido es que que piense antes de votar, analice agendas, vea acciones y aptitudes.
En estas elecciones, nosotros los ciudadanos podemos hacer los cambios para el país. Es importante sacar a esos diputados que llevan más de 20 años en la Asamblea, a quienes hemos mantenido y remantenido a costa de pocos beneficios, producto de su trabajo, para la sociedad.
Piénselo, vote razonado. Si vota por una mujer, mejor
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