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Con los audios, hechos públicos por el periódico digital El Faro se han movido las entrañas de los partidos más importantes del país, no es fácil explicar cómo un diputado, un alcalde y un ministro, sostuvieron reuniones con los grupos considerados como terroristas.
Ambos partidos han buscado la manera de desvincularse de estas pláticas, parece interesante que estos personajes son autónomos y que un buen día tomaron la decisión de hacer gestiones por su cuenta y sin consultar a nadie en una posición jerárquica superior, puesto que es de todos conocido que los partidos mantienen una estructura verticalistas y salirse de ese esquema implica indisciplina partidaria.
Pretender explicar estos hechos con el argumento de quién ofreció más y definir de ese modo cuál de los dos es el más traidor, me parece no salva la circunstancia que ha indignado a la población, que es el simple hecho de sentarse con ellos y reconocerles un poder que en discursos oficiales de ambos partidos no tienen.
Todas y todos sabemos que los partidos llevan años teniendo una relación más o menos estrecha con las maras, sobre todo en periodos electorales, el ingreso a ciertas zonas donde hay un control territorial por estos grupos es bien sabido que los candidatos deben solicitar una reunión con quienes en ausencia del Estado mandan en esos territorios para poder entrar y hacer proselitismo, los votos se deben ir a buscar, esa es la misión y los líderes locales de los partidos generan las reuniones pertinentes y conducentes para que sus candidatos puedan llegar a besar niños y abrazar personas de la tercera edad, así como entregar canastas de granos básicos y quiebra de piñatas.
Los que no lo hacen se arriesgan a salir “chicoteados” de estos sitios porque los que “mandan” en ese lugar no tienen ningún empacho en negarles las balas a los candidatos a diputados o alcaldes y llevar compañía de la Policía Nacional Civil –PNC- es un verdadero problema, porque la gente no sale con ninguna confianza a recibir la entrega de la información y/o propaganda que les llevan, porque hacerlo los marca y les pone en riesgo su vida.
Lo cierto es que ambos partidos se sentaron con las pandillas a negociar, unos ofrecieron más otros menos, pero el pecado es sentarse, así es como lo veo; la realidad nos golpea en el rostro hace ratos, los partidos les reconocen como actores políticos, pero siguen manteniendo un discurso con fines electorales en otro sentido, lo sano sería hablar con honestidad a la población y no buscar excusas poco inteligentes.
En algún momento las pandillas decidieron grabar a sus interlocutores para garantizar tener con qué negociar en casos de incumplimiento con lo ofrecido, quizá ambos partidos pecaron pensando que estos delincuentes no harían eso, pero lo hicieron y vaya “chuloneada” que les han pegado.
Al salir estos audios lo correcto desde mi perspectiva es que los señalados se separen voluntariamente de sus cargos y se presenten a la Fiscalía General de la Republica, poniéndose a la orden de ésta en los procedimientos de investigación que se realicen, eso me parece dice la ética y la dignidad, pero no, aquí en El Salvador eso no sucede, los funcionarios se afianzan de sus cargos y se sienten revestidos de poder e impunidad, clavan sus uñas a las sillas de modo que no exista poder humano que los mueva de ahí.
Y si el accionar de los funcionarios de justificar el sentarse con pandilleros es ignominioso las justificaciones de sus partidos que han salido a la defensa ciega de sus miembros – de los cuales no sabían que se reunían con esos grupos- es maquiavélico. No deseo pasar por alto las argumentaciones -poco inteligentes y nada de transparentes- que declaran en su defensa:
Los hechos (al descubierto) de sus miembros ha dejado a los partidos sin argumentos, no entienden que recuperan unos gramos de credibilidad si separan a estos personajes de sus filas, defenderlos no solo deja claro que ellos actuaron bajo sus órdenes sino también que Uds., son tan cínicos que no tienen el valor de aceptar que fue una decisión de partido, aunque lo hagan de manera tácita con esas sus defensas poco estructuradas.
Parece que la tolerancia cero ante los pandilleros será aplicada si el otro partido se reúne con ellos, si mi gente lo hace, lo hizo solo y fue correcto.
El Salvador va rumbo al éxito con estos partidos políticos, tanto el que gobierna y el que es el principal partido de oposición, lástima que el éxito corre más rápido que nosotros y no logramos alcanzarlo.
Sólo recuerden que para ejercer cualquier cargo público se exige honradez y moralidad notoria… o sea ¡QUE SE LES NOTE!… solo eso es argumento suficiente para retirar a estos tres de sus cargos, lo notorio que tienen no es de honradez ni moral.
¿Alguien sabe sí sigue funcionando el Tribunal de Ética Gubernamental?
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