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El pasado miércoles de ceniza, una importante fecha para los católicos, se creó una polémica cuando en una institución privada de educación francesa, se les solicitó a los estudiantes quitarse la cruz marcada en sus frentes.
Contrariamente a lo que muchos afirmaron, alegando que esta es una imposición de los que no tienen religión sobre los que sí la tienen, incluso llegando a afirmar que se trataba de una “persecución al cristianismo”, se trató del cumplimiento de una regla institucional, compartida por todos los Liceos Franceses del mundo, que prohíbe el uso de símbolos religiosos en sus instalaciones en virtud del principio de laicidad. Este no implica condenar la existencia de ninguna religión ni de todas, ni la adherencia a algún sistema de creencias o a ninguno, sino que trata de asignarlas a la esfera privada.
En El Salvador, lo recoge el art. 1 del Reglamento Interno del Liceo Francés “Antoine et Consuelo de Saint-Exupéry”, titulado “Laicidad - Neutralidad” y que dispone: “es permitido, dentro del establecimiento, el uso por parte de los alumnos de símbolos discretos, manifestando su afinidad personal a convicciones religiosas. Sin embargo, los símbolos provocativos, que constituyen por sí mismos elementos de proselitismo o de discriminación, están prohibidos”. Esta es una normativa que padres y alumnos suscriben con una firma al inicio de cada año escolar y que, además, es aplicada de forma muy estricta a lo largo del paso por la institución. Es decir, nadie puede alegar ignorancia ni fingir sorpresa.
De hecho, así como en países de mayoría musulmana como Indonesia o los Emiratos Árabes Unidos no permiten el uso de hijab, en países de mayoría cristiana tampoco se permite el uso de símbolos religiosos considerados ostentosos. Y aunque ciertamente cabe cuestionar si la cruz de ceniza es un símbolo discreto o no, la interpretación de la prohibición siempre ha sido amplia en el seno de este establecimiento. En este sentido, consistente con el principio de neutralidad en el ámbito político, tampoco se permite la entrada de banderas o pulseras rojas, tricolores, anaranjadas, ni de cualquier color, ni (o sobre todo) en época de campaña.
Las reglas de esta institución son producto de la libertad de asociación y se adhieren explícitamente a los valores de la cultura francesa, así como otras instituciones de educación privada definen reglas como la misa diaria o el rezo del Ángelus, de acuerdo a sus principios y valores. La libertad está en el poder de decidir el tipo de educación que los padres quieren para sus hijos y cómo lo combinan con sus prácticas religiosas.
Esta neutralidad no es ni inconstitucional ni vulnera el principio de libertad religiosa. En su sentencia 3-2008, la Sala de lo Constitucional establece que “se consagra el principio de laicismo o laicidad, entendido como el principio de no confesionalidad del Estado o de neutralidad religiosa” en El Salvador. Así, el enfoque salvadoreño a la libertad religiosa es justamente el de neutralidad: “el Estado se muestra neutral ante las diferentes concepciones religiosas o éticas”.
Esta neutralidad tampoco es discriminatoria. La libertad religiosa de los estudiantes no ha sido vulnerada, en la medida en que pueden ser de cualquier religión o sistema de creencias, e incluso portar signos de pertenencia, siempre y cuando sean discretos. Estos límites son establecidos teniendo en mente la facilitación de la convivencia, en un ambiente diverso en el que caben católicos, ateos, judíos, evangélicos, musulmanes y agnósticos, sin preguntas ni problemas.
Esta neutralidad no es intolerante. El principio de neutralidad no es una imposición, es una regla que constituye la base de la convivencia, que es aceptada por los integrantes de la comunidad y que se vive a lo largo de los quince años de vida académica. De hecho, resulta absurdo tildar de intolerante a una institución en la que los estudiantes pueden expresar su personalidad libremente, comparado a otras donde miden lo corto de la falda, lo largo de la barba, lo chiquito del arito.
Como exalumna (orgullosa) del Liceo Francés, estoy consciente de las ventajas de la neutralidad en temas políticos y religiosos en el seno de la institución educativa, lo cual no implica que sean temas tabú ni prohibidos. Al contrario, esta neutralidad va de la mano de un aprendizaje en el pensamiento crítico que permite un acercamiento al diálogo con ideas y argumentos.
Como ciudadana salvadoreña, estoy convencida de la importancia de la separación de la Iglesia y del Estado, de lo privado y de lo público. Hemos visto desde hace mucho (demasiado) la influencia de grupos religiosos, incluso en la formulación de políticas públicas, (específicamente en materia de educación sexual, por ejemplo) a pesar de que el Estado, laico y aconfesional, no debe guiarse por las creencias de ninguna religión en el ejercicio de su facultades.
Que esto sea una oportunidad para que en El Salvador podamos tener un acercamiento a la religión sin caer en fanatismos y una discusión que no se base en dogmas, para que entendamos que vivir en un Estado laico y aconfesional permite una mayor igualdad y un clima de respeto hacia todos. Nuestro país tiene ya suficientes divisiones como para que la religión, basada en el amor al prójimo y el respeto a los demás, sea uno más.
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Leí está perorata irracional
Y llegó siempre al mismo diagnóstico. La supremacía de lo absurdo, de concebir ostentoso la cruz, de abrazar la bandera de la laicidad como subterfugio, no es sino igual de absurdo que la cosa concebida como algo válido en nuestra sociedad.
Por favor dejen de echar su sucia tierra a nuestras creencias. Haganlo a los musulmanes a ver cómo les va..........
Posted by: Meh_es | 03/07/2017 at 07:59 PM
Me parece muy bien la laicidad que en nuestro paisito nos falta solo es de asomarse a Instituciones del Estado donde hay gente que pone cruces en sus escritorios, o en época de navidad nacimientos, violando claramente la laicidad del mismo. Si los padres quieren que sus hijos reciban educación religiosa deben matricularlos en aquellos de acorde a su fe particular.
Posted by: Krissia Castro | 03/07/2017 at 08:16 PM
Si si si, que laicidad, que neutralismo, que libertad...Todo parcialmente correcto pero, en casos como el sucedido, no hace falta más que un poco de sentido común. Ostentoso una cruz en la frente, una vez al año, já.
Posted by: Macarron42 | 03/07/2017 at 11:41 PM
A veces sucede que la verdad tiene un pie en el barrio contrario...
La laicidad reconoce que cada uno acoge el credo que mejor responde a sus preguntas existenciales.
También la laicidad implica que en algún momento tendremos que ejercitar la tolerancia porque las diferencias nos enriquecen; no las tememos.
Así mismo, para asegurar la sana convivencia se debe evitar conductas proselitistas o que discriminen.
Pero:
- ¿De qué tamaño debe ser el símbolo,accesorio o vestimenta (tatuaje, dije,la impresión de bob marley o del che guevara en una camiseta)para que se considere una falta de respeto a la laicidad o para que se considere proselitismo o discriminación?
- ¿Quien y cómo se define el tamaño de lo que es "discreto"?
-En El Salvador ¿Con honestidad nos sentimos discriminados o lo vemos como proselitismo cuando algún compañero nuestro aparece con una cruz de ceniza una vez al año?
Si la respuesta fuera un sí, entonces seria muy importante reflexionar sobre el tema desde la perspectiva jurídica, sociológica, antropológica e histórica.
Posted by: un juglar | 03/08/2017 at 07:17 PM
Le temo más a la burocracia que a un tatuaje o a alguien que lleva, en silencio,una vez al año una cruz de ceniza.
Atención,en el arte (literatura sobre todo) hay más peligro porque en él hay credos sutiles, que penetran y esculpen al ser. ¿le condenaran también?
Posted by: un juglar | 03/08/2017 at 08:05 PM
Me pregunto que es más ostentoso y absurdo?
Hacer gala de una pseudolaicidad ya que si así fuera sus partidarios o mejor llamados los ateos no fanfarronearian contra quienes no se encierran en ese mundo de lo vacío o
Un joven orgulloso de tener un gramo de ceniza en su frente que quiere decir creer en el único que bajo al reino de la muerte, vencerla y resucitar ?
Hablando de lo absurdo y otras hierbas.....
Posted by: Meh_es | 03/08/2017 at 08:55 PM
Me quedan algunas dudas del tema, por ejemplo: sì los padres firman ese reglamento, supongo que sus hijos lo leen también, porque fue entonces tan grande el escándalo? pareciera que nadie entonces pone atención a lo que firma. Luego, sera que es la primera vez que en el Liceo Francés les borran la cruz a los estudiantes? Sera que es la primera vez que los estudiantes llegan con la cruz de ceniza?, porque pareciera que es una exagerada falta de tolerancia religiosa lo que sucedió (según los padres de familia)...es la primera vez que ambas cosas suceden????
Podría ser que lo que para un católico parezca discreto, para un evangélico o musulmán o ateo sea llamativo (una cruz oscura en la frente no pasa desapercibida, aunque sea solo una vez al año)
Posted by: liz.ord | 04/05/2017 at 12:48 PM