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Soyapango 1989. Tengo 7 años, mi abuelita me lleva a jugar a casa de Rocío -de cinco años- en un pasaje del reparto Guadalupe. Soyapango en 1989 es sueño de suburbio. Casitas pegadas de uno o dos pisos, de colores, portones de metal, cisnes de cemento en las entradas, tendederos y alguien que casi todos los días a la misma hora pone "Cuando seas grande", de Miguel Mateos.
Tengo 7 años y me aprendo la canción, no la he olvidado. Y siento lo que puede ser angustia cuando Mateos pregunta si seré estrella de rock and roll o presidente de la nación. Llego a casa de Rocío, y juego con ella. Salgo después de la mano de mi abuelita y veo lo que conozco como vida: Casitas pegadas de uno o dos pisos, de colores, portones de metal, cisnes de cemento en las entradas, tendederos, amiguitos para jugar al atardercer.
Soyapango, noviembre de 1989. Un voceador nos despierta anunciando el desalojo de la zona. Zozobra, maletas. Mi mamá tiene miedo de salir sola en ese éxodo que partió por la mitad la vida de una generación. Pregunta a los vecinos quiénes salen. Unos se quedan. El papá de Rocío decide no salir, defender la casa, oponerse solo al ejército y la guerrilla con la resistencia de los que solo tienen eso, resistencia.
Rocío no salió de su casa, bombardearon su paisaje, se cayeron varias casas, no murieron vecinos. No volví a verla. Ni a su familia, ni a mis vecinos Robert y Richard, con quienes jugaba todos los días, no volví a ver a las señoras de la tienda, viejitas, niña Rita y niña Mariíta, no volví a ver a Melissa y a una de sus barbies que yo envidiaba, no volví a mi kínder, no volví, como muchos, a Soyapango.
En el patio de mi nueva casa en San Salvador no volvieron a crecer las campanillas azul-morado que crecían en mi casa de Soyapango. No fui estrella de rock and roll ni presidenta de la nación. No sé si ya somos grandes, si ese alguien que ponía la canción fue alguien. No sé si crecimos o no dejamos la infancia nunca y volvemos a la ofensiva del 89 como trauma o como sitio de la memoria -al final, son lo mismo-. No sé si seremos grandes algún día.
Meses después, mi mamá me dijo que en la esquina de nuestra vieja casa, adonde crecían las campanillas, habían quemado un cadáver. No sabe, no supo, si fue militar, guerrillero o vecino.
Siempre es 1989. Voy de la mano de mamá, salimos de Soyapango, llevamos una banderita blanca y miro hacia atrás, buscando a mis amiguitos y a las viejitas de la tienda, Niña Rita y su madre Niña Maiíta. No las veo. "¿Adónde están?", pregunto a mi mamá. "Atrás vienen", me dice. "¿Adónde?", le digo, "no las veo". ¿Adónde?
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Canciones que marcan
Publicado por: roan escobar | 11/10/2014 en 09:20 p.m.
Buenísimo post!!! Te felicito tengo recuerdos parecidos de esa época y esa fecha también tenia 7 años. Gracias por verbalizar las emociones de una generación.
Publicado por: La gente | 11/11/2014 en 08:34 a.m.
El tiempo pasa volando, aún recuerdo el caso de una amiga que su esposo, un ingeniero electrico graduado de la UES, se despidió de ella una noche antes diciéndole que tenia que hacer algo para que tuvieran un futuro mejor sus 3 hijos, al día siguiente la esposa se entero que era guerrillero, murió en la huida en las lomas del volcán de SS; luego el fmln le paso una "generosa pensión" de cuarenta dólares por cada hijo.¿Con el problema de las pandillas será que en veinticinco años tendremos a pandilleros gobernando este país?
Publicado por: Jesús Santamaría | 11/11/2014 en 10:18 a.m.
It's very generous on your part to share these personal experiences with the world. Thank you.
Publicado por: Juan Quintanar | 11/11/2014 en 10:30 a.m.
Es hora que tú, mi generación, le reclame en serio al Frente, la clase política, y militares de los ochenta sobre es vida que crearon en los ochenta.
Publicado por: Omar | 11/11/2014 en 10:36 a.m.
1989 elicopteros "mosquito" disparando directamente a las casas. 5 dias despues logramos salir de montes de san bartolo 4, olor a muerte, calles desoladas. Cuesta recordar porque a veces se prefiere olvidar
Publicado por: Nestor Hernandez | 11/11/2014 en 10:54 a.m.
Recuerdo que vivía en Soyapango, en Montes de San Bartolo IV, muy cerca del Reparto Guadalupe. Cuando por fin logramos salir, luego de cuatro días de encierro, sin agua ni comida, encontramos escenas dantesca y difíciles de olvidar, aún hoy después de veinticinco años.
La guerra es lo más cruel que el hombre puede experimentar.
Tu crónica solo me ha hecho recordar esos días que espero jamás volver a vivir.
Publicado por: Armando Gámez | 11/11/2014 en 12:38 p.m.
muy emotivo, muchos tuvimos experiencias similares durante esos duros tiempos! gracias
Publicado por: Gilberto | 11/11/2014 en 02:23 p.m.
Esos bombardeos por los helicopteros me parecieron muy inhumanos ya q estos incluyeron a la poblacion civil y sus bienes. Asi actuan los q tienen el poder para no perderlo, pues les da muchos beneficios, vean todo lo q sucedio con las diferentes privatizaciones
Publicado por: gabriel rivera | 11/11/2014 en 03:05 p.m.
muy buen relato...yo tambien lo vivi, solo que sin el exodo..desde apopa..y pues como vemos esa ofensiva y esos sueños frustados de algunos no ha valido la pena...al menos para lo que no eran en ese tiempo comandantes de la guerrilla...en fin..me gusto el relato..ojala pudieras extenderlo un poco mas...
Publicado por: Eduado Santamaria | 11/11/2014 en 03:14 p.m.
Yo vivia en Jardines de Cuscatlan, Ciudad Merliot. Tenia 34 an~os, tres hijos. Recien habian puesto una bomba en el local del Sindicato FENASTRAS donde murio la lider Febe Velasquez. Durante la ofensiva asesinaron a los Padre Ellacuria,Segundo Montes y otros acompa~antes acusados de ser los cerebros "comunistas" detras de la Ofensiva. Solo espero que los Militares torpes, tontos y la Oligarquia racista, fascista e intolerante desaparezcan de nuestra historia.
Publicado por: Petronio SanRoman | 11/11/2014 en 05:53 p.m.
Si senior Petronio, porque los guerrilleros fueron blancas palomas y mensajeros de la paz que nunca tocar un arma.... Jajajaja major que me de risa
Publicado por: Blah | 11/11/2014 en 06:35 p.m.
Buena narrativa !! Necesaria para conocer la memoria histórica de nuestro país y analizarla para mejorar... y ver que siempre el afectado es el más desprotegido e inocente... la teoría(conocimiento de la historia ) y los hechos necesariamente tiene que ir juntos(creo) para que la "carreta" pueda caminar y avanzar .
* Landsmoder muy bien ! Aprovecha tu pluma e ingenio!
Publicado por: Polanco | 11/11/2014 en 06:43 p.m.
hoy que leo su articulo también recuerdo la guerra, aun era un niño en esa época, me acuerdo como mis padres nos metían a mi y a mis hermanas debajo de una cama a lo hora de las balaceras, también soy de soyapango, aun vivo en este municipio, gracias a Dios los amigos y vecinos no nos paso nada en la ofensiva.
Publicado por: cristian | 11/11/2014 en 07:39 p.m.
ha si CUANDO SEAS GRANDE para mi es una canción que jamas pasara de moda.
Publicado por: cristian | 11/11/2014 en 07:43 p.m.
La colonia Guadalupe, es una de la colonia más antiguas de soyapango, por no decir la primera! Sus casas son grandes, galeras aún con mastil de madera.
Para la guerra la guada, Las Arboledas, La Santa Cecilia, fueron de las pocas que no borbamdearon. Solo el artillero disparaba desde el hélicoptero, no más ja-ja-ja.
La guerrilla rompia las paredes para poderse pasar de casa en casa,pero los más afectados fueron de los Santos II hacia adelante, por que aún o existían todas esas cajas de fosforos de unicentro hacia adentro, ahí aún eran cañales!!
Nuestros padres, salían huyendo, saliamos huyendo, con el nudo en la garganta de dejar 25 años de trabajo, reflejados en nuestras casas, por causa del ejército borbamdeando a diestra y siniestra, igual por culpa de la guerrilla, peleando una guerra que nunca nos preguntaron si estabamos deacuerdo, que nunca pensaron que habían miles de opciones antes que una guerra!!
Publicado por: Mikel Eretxun | 11/11/2014 en 11:00 p.m.
Que triste, no poder dialogar, no pedir permiso a los que trabajan y luchan, pero las ambiciones por el poder eran grandes y no les importa y declaran la guerra, y destruyen y matan y ahora ya tienen poder. ... No permitamos otra guerra pero seamos activos para un mejor país .... Exijamos, buenos gobernantes y no dejemos que El odio nos haga olvidar que somos todos Salvadoreños !
Publicado por: Teresa Lopez | 11/12/2014 en 06:28 a.m.
tu relato ne me deja nada.
Publicado por: sama | 11/12/2014 en 09:23 a.m.
Yo no vivi esas experiencias (porque no habia nacido) pero senti la ansiedad y el miedo durante leia esta narrativa. Como esta, he escuchado otras historias horribles de esos tiempos tan horribles que paso el pais. Interesante leer como describes a Soyapango como un bonito lugar hace tiempo... ahora es todo menos el "sueño suburbio".
Publicado por: Fabrizio C-Aparci | 11/12/2014 en 09:29 a.m.
Admiro muchísimo tu forma de escribir, siempre te leo. yo en el 89 a penas tenia un año pero con tu historia me has emocionado hasta las lagrimas, me recordas a lo que mi bis abuela vivio y mi madre me cuenta. seguí escribiendo!
Publicado por: Mariel | 11/12/2014 en 10:02 a.m.
Increible mi hermano roberto. Me mando este link.... Que alegria elena mi vecina de infancia, recuerdo bien el dia que salimos. Tu con un crusifijo en la derecha y una virgencita en la izquierda, muy temeroza de los estruendos de ls bombas y las balas.
yO intentando distraerte que jugaramos pero nada lograba. Unas personas pasaron avisando que en la cuadra de abajo estaba la guerrilla que nos fueramos
Tu papa llamo que nos esperaba en la amatepec para salir de ahi... Caminamos todo el bulevar del ejercito para encontrar.
Dias duros para muchos, de terror para los niños.
Publicado por: Ricardo Zelaya (richard) | 11/12/2014 en 12:14 p.m.
Soy el papa de Richard y Robert quienes viviamos a la par de tu casa, y recuerdo mucho la amistad que tengo con Imelda y con tu papa, es bueno saber que a pesar de todo lo desagradable que fue la guerra, los niños que vivieron ese drama lo recuerden y los que no la conozcan para no volver a esa situación, la decisión de salir en aquel momento fue debido al contacto que hasta ese momento manteníamos vía telefónica con tu papa, al cual le informaba la condición de ustedes, cuando el me informo que si había alguna manera de salir es nos esperaría en la Amatepec, lo consulte con tu mama que si ella se decidía, la acompañaríamos, lo que hicimos aproximadamente como a las 8:oo de la mañana, le dije que tomara lo necesario. Una noche antes habían dormido en nuestra casa porque tu tenias miedo al ruido de las balas y las bombas y como silo estaban las dos.
Publicado por: Ricardo Adalberto Zelaya Gonzalez | 11/12/2014 en 12:46 p.m.
Hola Elena, mi vecinita de infancia, como dice mi hermano, me di cuenta de este blog por Kelly Iraheta, vecina y amiga, al enterarme les mande el link de tus comentarios por la ofensiva a mi hermano y papa, para que lo leyeran, al igual que yo nos alegramos saber sobre ti y ver lo que estas aportando, muchas cosas que ya no recordaba volvieron a mi mente en tu articulo, asi como las que aportaron mi hermano y papa, pueda que las halla olvidado o simplemte ya no se quieran recordar por negar esa parte de la historia de nuestra vida en aquel momento, lo cierto es que las personas que salimos afectadas fuimos todos menos los altos mandos de las dos partes en conflicto.
Publicado por: Roberto Zelaya | 11/12/2014 en 02:25 p.m.
Ya me puse a llorar. Porque han pasado 25 años y no los volví a ver, los recuerdo siempre, don Richard, Robert y Richard y a la niña Albenia, que en paz descanse. Un abrazo.
Publicado por: Landsmoder | 11/12/2014 en 02:32 p.m.
Yo tenia 6 años, vivía en la colonia San Carlos Cuscatancingo, y para mi, esa colonia era un paraíso, recuerdo el nombre de todas mis amigas que eran como 10! a ninguna volví a ver ni a saber de ellas. En mi casa también habían esas campanillas azul-morado, con mi hermana mayor nos subíamos al techo y las hacíamos "volar" en círculos. Para la ofensiva salimos con mis papas en un carro amarillo que teníamos, con trapos blancos colgados de las ventanas, nos fuimos a casa de mis abuelos en Santa Ana. Mis papas regresaron a trabajar a San Salvador y trataban de visitarnos lo mas posible.La peor época de la vida de mi hermana y mía, fue esa, vivir prácticamente con mi "otra familia", mis tías y primas que vivían ahí eran lo peor, siempre nos hacían sentir mal por estar solas. Dimos gracias a Dios cuando al fin pudimos regresar a San Salvador, al poco tiempo de regresar nos estábamos mudando de casa y de colegio.
Publicado por: Lizbeth | 11/13/2014 en 05:13 p.m.
Yo tenía 16, ya los años previos de guerra había arrancado muchas lagrimas a mi madre, perdimos familia y amigos, además de la agustia permantente para ellos de que nosotros sus hijos eramos jóvenes. seducidos por ambos bandos, utilizados como señuelos por ambos, fué, es y seguirá siendo un error idealizar a alguno de los dos como el bueno y el malo, ambos eran sanguinarios, hoy ambos son corruptos. ¿que ha cambiado?
Publicado por: Antony Marty | 11/17/2014 en 10:39 a.m.
Yo por eso tomo en exceso... muchos problemas en este país.Regias cholas de preferencia!
Publicado por: Incoherente | 11/19/2014 en 09:30 a.m.
Por favor dejen de hablar tanta mierda, y no esten viendo para atras, de que te sirve pedir cuentas de algo que ya paso, mejor pidan cuenta de lo que en este momento esta pasando, porque esto si es grave en comparacion a la gerra que tuvimos en los ochenta
Publicado por: ricardo | 11/24/2014 en 03:18 p.m.
Excelente post Elena! Siempre te leo.
Publicado por: Felipe Argueta | 11/29/2014 en 03:58 p.m.
11 de Noviembre, vísperas de mi cumpleaños número 13. El Frente me regaló la "ofensiva hasta el tope". Igual guardo recuerdos en mi memoria, otros ya se borraron.
Publicado por: Gemelo | 12/02/2014 en 02:08 p.m.
en una estrategia rapida cambiamos de estar en combate en las colonias populares a las mansiones con altos muros y alambres razor, pisos ceramicos y grama verdecita, estuvimo alli dandole la retaguardia a los compas que estaban en el hotel acorralando a los marines gringos, y me recuerdo de las palabras de un compa, "sera que tienen los huevos de bombardiar aca asi como lo hicieron en soya y cusca?"....
Publicado por: wfh | 12/03/2014 en 07:39 a.m.
No recuerdo nada de esa epoca, te felicito pues tu escritura logro transportarme a ese momento de tu vida, como si hubiera sido parte de el.
Publicado por: Kevin | 12/04/2014 en 03:11 p.m.
Y todas esas experiencias señores solamente nos hicieron valorar lo que tenemos y a apreciar los esfuerzos de nuestros padres y familia que nos ayudo a salir adelante. Estoy de acuerdo con el comentario, de hacer una petición al gobierno por todo el daño causado. Una disculpa de parte de los dos bandos y compensación a aquellos que aún están afectados seria una buena idea.
Publicado por: araceli | 12/14/2014 en 04:27 p.m.
Yo en cambio, mas de 50 ahora, veia esos eventos como efecto natural de anios de represion e impotente indignacion por decadas de represion e jnjusticia. Ahora lo veo como que el sacrificio humano fue mayusculo, superlstivo, para lograr cambios limitados , parece qur la justicia y la valoracion apropiada del ser humano es algo mas costoso de lo que creimos, aun hay ijudticis y hay mucho por andar, repito, que oneroso es avanzar!
Publicado por: guaracha | 12/15/2014 en 06:04 a.m.