Robert Skidelsky –autor de los tres volúmenes que componen la biografía de John Maynard Keynes– señaló que en algunos casos la biografía se convierte en un simple “voyeurismo embellecido con notas al pie de página”. Al utilizar la palabra voyeurismo, Skidelsky llama la atención sobre el sentido fetichista (o morboso) que el género biográfico puede llegar a alcanzar. Surge entonces la pregunta: ¿debe ser la biografía un texto sensacionalista que capture la atención maliciosa del lector? Mario Cuomo, refiriéndose a una biografía sobre Abraham Lincoln, enfatizó algo que ayuda a responder la pregunta anterior: “Lincoln no es un hombre con las uñas de los pies encarnadas; él es una idea”.