« Centroamérica sí cuenta | Inicio | Viviana Gallardo y las luchas memoriales »
La niña se llama Esperanza. Donna De Cesare hizo esta foto a principios de los noventa en un vecindario de Los Ángeles. Desde su publicación, se convirtió en un icono que resume las amenazas y paradojas de los niños y sus familias en contextos de violencia.
Esa misma tarde había entrevistado a Jiovani, un joven pandillero salvadoreño que había quedado paralítico después de que sus rivales le dispararon desde un automóvil. Era su cumpleaños y Donna le preguntó si podía llevarle a su casa un pastel para celebrarlo con su familia. En su libro Desasosiego. Los niños en el mundo de las pandillas (University of Texas Press, Austin, 2013), Donna reconstruye el itinerario que hizo esa tarde hasta llegar a la pequeña casa de dos cuartos, en Watts, donde Jiovani vivía con su madre, su hermana, su cuñado y sus sobrinas. Ese barrio se volvió mundialmente conocido por los disturbios que tuvieron lugar allí entre los vecinos y la policía, en agosto de 1965, que se saldaron con decenas de muertos y centenares de heridos.
Esa familia, que había salido de El Salvador huyendo de la guerra civil, se enfrentaba a otro tipo de guerra. Mientras la mamá de Jiovani le hablaba de sus penas dando cuenta de un six-pack de cervezas, en la otra habitación una de las niñas pequeñas brincaba sobre una cama. “La luz inundaba el interior así que me moví hasta allí para sacar algunas fotografías”, relata Donna.
“Cuando Esperanza cayó sobre la cama, vi un revólver y, al mismo tiempo, a un pajarito --la mascota de la casa-- que, volando desde afuera, se posó en el borde de su cama. Esperanza lo agarró y lo sostuvo entre sus manos. Fascinada, tomé varias fotos”.
A lo largo de su carrera como fotógrafa Donna De Cesare ha documentado la vida de numerosas personas que habitan en condiciones de riesgo extremo. En los años 80 estuvo en las zonas de combate de El Salvador y, después, persiguió a familias salvadoreñas que llegaron a los barrios bravos de Los Ángeles. También ha hecho fotos en Nicaragua, Guatemala, Colombia y en la frontera entre México y Estados Unidos, para contar las historias de brutalidad y exclusión, y también de resistencia, que viven, especialmente, los jóvenes de nuestros países.
Desasosiego. Los niños en el mundo de las pandillas, es un hermoso y potente libro que reúne una importante porción del trabajo de esta admirada y valerosa mujer. Su capacidad de conectar con la gente es una de sus mayores activos en un trabajo donde ha tenido que correr tantos peligros. “Contamos estas historias --asegura-- no solo para poder tolerar nuestras memorias del sufrimiento de los otros, sino también para hacerlo en solidaridad con ellos y en oposición a la tiranía y el fatalismo”.
Fred Ritchin, autor del Prefacio del libro, escribe que en estos tiempos donde diariamente se suben a Facebook unos trescientos millones de fotografías, los periodistas y documentalistas se preguntan “en qué difiere su trabajo como testigos del de millones de personas con cámaras en sus teléfonos celulares y cuentas en redes sociales”. Para responder a esta pregunta, Ritchin cita un reflexión de John Berger que reproduzco: “La tarea de la fotografía alternativa es incorporar la fotografía a la memoria social y política, en lugar de utilizarla como un sustituto que fomenta la atrofia de cualquier recuerdo”.
Añade: “Las fotografías de De Cesare (...) han servido como monumentos. Estas imágenes han contribuido a un álbum familiar para aquellos cuyas vidas han sido interrumpidas tan frecuente y drásticamente (...) Los lectores tenemos ante nosotros el trabajo de una fotógrafa que no sacrificó las relaciones por las imágenes. En la sociedad del espectáculo, ese es un logro raro y maravilloso”.
Donna De Cesare nació en Nueva York. Después de terminar sus estudios universitarios de posgrado en literatura en inglés, en Inglaterra comenzó a trabajar como fotógrafa y escritora. Ha recibido becas y reconocimientos, como el premio Dorothea Lange (1993), la beca de la Fundación para las Artes Fotográficas de Nueva York (1996), la beca Alicia Patterson (1997), el premio Internacional de Fotos Mother Jones (1999) y la beca del Proyecto Independiente Soros (2001), entre otros.
El amigo imaginario by Miguel Huezo-Mixco is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional License
Los comentarios de esta entrada están cerrados.
Comentarios
You can follow this conversation by subscribing to the comment feed for this post.