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Las osamentas se acumulan en un rincón del Instituto de Medicina Legal. Cráneos, fémures, costillas, vértebras cervicales, costillas, falanges y metacarpos dan testimonio de la violencia que ha vivido El Salvador por tres generaciones. Marcela Zamora sugiere en su documental 'El cuarto de los huesos' que estamos viviendo un genocidio silencioso.
“El cuarto de los huesos” nos habla de ello. Ese cuarto, donde trabaja el Equipo de Antropología Forense del Instituto de Medicina Legal, es como la condensación de esa historia. "Es tan chico, sobrepoblado y carente de todo como El Salvador".
Esos huesos, duros, inertes, sin tejidos blandos ni músculos ni piel, mueven a una legión de mujeres que buscan a sus hijos, hijas, esposos, parientes, a los desaparecidos. José Pablo Baraybar, experto en Ciencias Forenses de Naciones Unidas, después de visitar ese cuarto, concluyó que El Salvador es como un gran cementerio clandestino. Donde quiera que se ponga el pie “se está pisando la tumba de algún desaparecido”.
Frenar la violencia requerirá de un extenso y sostenido esfuerzo de educación emocional. Mientras tanto, es necesario volver una y otra vez sobre el tema, señalar las formas que adquiere la violencia, cómo se filtra, cómo se naturaliza, cómo nos anestesia.
Es verdad que el país entero sufre los efectos de la violencia. Un reciente editorial de la radioemisora de la UCA nos recuerda, sin embargo, que "Tanto las víctimas como los victimarios son parte de ese gran sector de la población que vive en la pobreza o que la ronda. Y eso (...) permite entender por qué no se han tomado las decisiones ni se han asignado los recursos que podrían resolver el problema”.
En septiembre de 2013, el periodista Daniel Valencia Caravantes, con un humor que nos lanza un salvavidas para sortear el horror, describe así el ambiente del cuarto lleno de huesos: “Hay baleados, mutilados, degollados, ahorcados, decapitados, acuchillados. Hay una chica que quiso fumar su último porro, un chico que tenía zapatos de patines y uno más que murió con los audífonos puestos. Hay tres guerrilleros, una familia masacrada hace 30 años, una pandilla de jóvenes... los médicos también han encontrado la calavera de un perro y la osamenta de una rata. Ahora son sus mascotas”.
Fred Ramos realizó fotografías de la ropa encontrada junto a sus restos: camisetas, chumpas, blumers, zapatos, faldas, pulseras, calzoncillos, que se resguardan en una estantería atiborrada de cajas y bolsas con huesos, con la esperanza de que esos trapos ayuden a identificar a sus dueños. Esta inmersión en el guardarropa de los desaparecidos le valió, en 2014, el Primer premio, en la categoría “Historias de la vida cotidiana”, del certamen de World Press.
El ruido de esos huesos y las voces de las madres de esos huesos empujaron a Marcela Zamora a realizar su documental. "¿Qué cosecha un país que siembra cuerpos?", pregunta su cartel promocional. Acompañó, cámara en mano, a mujeres que llevan años buscando a sus parientes. Estuvo en los congeladores de Medicina Legal y en las operaciones forenses al lado de las fosas comunes donde son depositados los desconocidos que nadie reclama, y con voluntarios que extraen restos cadavéricos.
Una metáfora del encuentro del país con su propia imagen está expresada en la secuencia de una madre que asiste a la minuciosa reconstrucción, por parte del personal de Medicina Legal, de los restos de su hijo colocados, hueso por hueso, dentro del ataúd donde le llevan a enterrar.
El documental se estrenó el 31 de enero en Ciudad de México, en el marco de la gira Ambulante 2015. Llegará a El Salvador el próximo mes de mayo.
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Ingresar al sitio de Ambulante para ver el Tráiler del documental
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Siempre pense que volveria a EL Salvador despues de la guerra.Me escape durante ella que me asesinaran 3 veces .En una de ellas el escuadron me llevaba a ser asesinado alla por los planes .De que vale contar mi historia si ni yo le doy ya "valor".
El tiempo paso y me doy cuenta que no conozco ese pais .Que nunca volvere a poner un pie ahi .Que mi pais en el recuerdo solo tenia problemas de "lucha de clases"
Ahora los problemas son de Satanismo ,de perdida de identidad .No reconozco mas a los Salvadoreno ni aun en donde vivo.Me parecen venidos de alguna tierra de gente salvaje donde son antropofagos.Hablan como mejicanos y se visten como negros americanos.
Publicado por: Farinelli | 02/02/2015 en 12:09 a.m.
Pero Farinelli es TU pais, y mas aun es TU gente tu pueblo , pobre malhablado, sucio, con una vida dificil y si embargo sobrevivimos seguimos aqui haciendo camino al andar,y producimos mareros pero tambien escritores, cipotes poetas en chalate, negar la patria es nergarse a uno mismo, como diria rene de calle13 el no quiere su patria no quiere a su madre.nega tu pais t van a tener por rata aun tus enemigos, vivimos tiempos tumultuosos de postguerra no sabemos a cabalidad quienes somos, a donde vamos y la elite economica siempre tan trucha para lucrarse$$,nos imponen patrones culturales extrjeros d3 consumo y hablemos como mejicanos y q nos vistamos como en usa,...ydespues...ellos mismos nos dicen q nos sintamos orgullosos cada 15th de sept.?? En usa europa aun en noruega hay violencia criminalidad vicios/virtudes Pd: mis memorias de vicho en el salvador tampoco son tan lugubres!!!
Publicado por: frank mendez | 02/02/2015 en 11:56 p.m.