Canción para una boda

Será la segunda boda que viviré en carne propia en menos de un año. Daniel, el mayor de mis tres hijos, se casó en agosto en Alemania. Hice cuatro escalas para llegar, apenas unas horas antes, a la ceremonia civil donde actué como testigo. Ni yo me lo puedo creer... Durante el brindis, contra lo esperable, sin pensarlo, me puse de pie para decir unas emocionadas palabras. 

Ahora es el turno de Mariana. ¿Cuál es la pieza que bailaremos esa noche?  

“¿Qué va a ser de ti?” | Juan Manuel Serrat

Me pone la piel de gallina esta vieja canción sobre una jovencita que se larga con un atado de ropa, dejando abatido al padre. Sin embargo, no estoy seguro de que sea la mejor opción para una fiesta de bodas. En parte, porque el estribillo de la letra proyecta mucha incertidumbre y pesar. Además, ¿no les parece que es poco bailable?

“Fix you” | Coldplay

Las canciones de Coldplay estuvieron presentes en el reencuentro con mis hijos, en el 2001. En los días que siguieron al terremoto de enero de ese año, nos echábamos en un sillón a ver videos, y así conocí la música de Coldplay. “Fix you” es una de las favoritas de Mariana. La letra invita a levantarse cada vez que uno siente que ha fracasado en algo. Me temo que este no es un mensaje correcto en su boda.

 “Lucky man” | EL&P

Me encantaría bailar con ella esta vieja canción. Creo que es una de las que más he escuchado en toda mi vida. Hasta Azul, la más chiquita, la pone cuando quiere complacerme. Pero un baile de bodas debe hacerse con una música que signifique mucho para ambos, y no solo, como en este caso, para el padre. ¿No les parece?

Desordenada habitación | Antonio Vega y Enrique Urquijo

Cuando la escucho quisiera tener otros planes para ese momento. Es el poema sobre un encuentro que amenaza con ser fugaz o quedarse para siempre en la memoria, todo a la vez. La versión con arreglo de cuerdas me suena perfecta para la ocasión, si no fuera porque no tiene nada que ver con el hecho de que es el casamiento de Mariana, y no el mío.

Little hands | Island Sky

Esta es suficientemente tierna como para bailarla con mi hija. La escucho y no puedo evitar recordar a Mariana tiernita, menuda y blanca como una espumilla, pasando de unos brazos a otros en la formación de un pelotón de guerrilleros y guerrilleras. Llegó por unos pocos días y cuando se fue no podía dejar de sentir el olor de sus pequeños pies pegados a mi nariz, y quería correr a buscarla.

 ¿Cuál es la pieza que bailaremos esa noche?