Hace unos días, un amigo me mandó una copia de la papeleta de votación por San Salvador. Al ver algunos de los rostros, me di cuenta de lo difícil que sería elegir a los diputados por mi departamento. Por eso creí necesario revisar las 193 fotos de los candidatos. 24 de ellos ocuparán un escaño legislativo por los próximos 3 años, es decir, recibirán casi 180 mil dólares en salarios, sin contar vehículo oficial, viajes y otras prestaciones a las que están acostumbrados los diputados salvadoreños.
Salvo uno, todos los candidatos han sido inscritos y seleccionados por los dirigentes de las 8 banderas que aparecen en las 8 columnas de la gigantesca hoja de candidatos por San Salvador. Aplastado por todas las columnas, aparece solitario el rostro de un joven profesor de educación media que aún protesta por los Tratados de Libre Comercio suscritos por El Salvador con otros países: es el único candidato no partidario en este departamento.
La idea de este post, tras casi un año de no escribir, es recordar algunos de los pecados de los aspirantes que ahora nos piden el voto. Los agraviados dirán, como casi siempre, que es campaña sucia, de desprestigio. Yo creo que es información útil para decidir por quién votar. El ejercicio sale de revisar las fotos y precisar en algunos antecedentes. Algunos de ellos arrastran en su hoja de vida señalamientos que un juez podría tipificar como crímenes de lesa humanidad. Otros antecedentes son menos graves.
Los generales de la Tandona. Los primeros de la lista son dos militares que aparecen en los puestos 16 y 17 en la columna de candidatos del partido Arena. Mauricio Ernesto Vargas y Juan Orlando Zepeda, dos integrantes de la más grande y cuestionada generación de oficiales del Ejército salvadoreño conocida como La Tandona, de 1966.
Vargas está señalado como responsable de violaciones a los derechos humanos de población civil durante la guerra, según un informe de la Fiscalía de los Estados Unidos. Vargas fue comandante del Destacamento Militar en Morazán, y según el informe usado en un juicio de EUA, él permitió que sus tropas cometieran abusos contra campesinos de Cacaopera en 1986 durante una operación de tierra arrasada, que era como se le llamaba a la modalidad militar de devastar todo lo que apareciera en el camino. En 2013, este militar ocupó una credencial falsa de la Fuerza Armada para testificar a favor de un exviceministro de Seguridad Pública salvadoreño -el coronel Inocente Montano- militar al que un informe de la Fiscalía de Estados Unidos señala como responsable de más de mil violaciones a los derechos humanos, incluyendo 65 ejecuciones sumarias, durante la guerra civil salvadoreña.
En la casilla 17 de la columna de la bandera de Arena, también aparece Juan Orlando Zepeda, quien ha sido acusado judicialmente en España como uno de los oficiales que planificó la masacre de los jesuitas y que en los meses y años subsiguientes intentó obstaculizar las investigaciones que intentaban dar con los responsables del crimen. Por este caso, un juez español emitió en mayo de 2011 una orden de captura contra Zepeda y otros militares salvadoreños que según las investigaciones tuvieron participación en la masacre.
El diputado con plaza fantasma. Enrique Valdés aparece de nuevo en los primeros lugares de la lista de Arena, cuarta posición. En mayo de este año cumplirá 15 años como diputado. Ha ganado su curul durante cinco elecciones seguidas. Este médico supo combinar su trabajo como legislador y como ginecólogo del Centro Nacional de Registros durante 3 años y 7 meses. Su nombre aparece en un informe de plazas fantasma del CNR. Representa a ese tipo de diputados que siempre cobra el bono legislativo y defiende los viajes al exterior.
Medardo González. Es el secretario general del FMLN y el número uno en la lista de candidatos del FMLN. Su oficina principal está en la sede del partido y es uno de los diputados con más ausencia a su lugar de trabajo. Según la oficina de acceso a la información legislativa, en 32 meses había asistido a 3 plenarias de 116 celebradas. Tiene dos legislaturas en la lista de diputados con más ausencias al trabajo.
Norma Guevara. Es la número dos en la planilla de candidatos al FMLN. Es una de las dirigentes del FMLN que defiende ocultar la identidad de los donantes de los partidos políticos y es una detractora de las reformas electorales que ahora permiten elegir por rostro. Aunque no es delito ni pecado intentar defender los candados de las cuentas de los partidos políticos, también está en esta lista porque representa la típica dirigente política que fomenta la fe ciega entre sus militantes.
Guillermo Gallegos es el primer rostro debajo de la bandera de Gana. Recibió al menos 17 mil dólares en viáticos por dos viajes a España que nunca realizó, viajes fantasma. Va a cumplir 15 años como diputado. Para uno de sus viajes ocupó el nombre de la Asociación Pro Niño Quemado de El Salvador en Australia. La asociación lo desmintió. Nunca lo invitó. Lidera el partido que se convertirá en la tercera fuerza del país.
Julio Valdivieso es el rostro número uno de la lista de la bandera de Democracia Salvadoreña. Estuvo en Arena durante muchos años. Fue viceministro de transporte de la administración de Armando Calderón Sol, fundó un partido junto a Gloria Salguero Gross, y durante la administración fue Director Ejecutivo y asesor legal de CEL. También fue directivo de Inversiones Energéticas (INE), una de las subsidiarias de CEL. Cuando estuvo en ese cargo, uno de los empleados de INE era Victor Caso Lay, un prófugo de la justicia peruana acusado de pertenecer a la red corrupción del expresidente Alberto Fujimori. Valdivieso es un político de antaño que ahora se vende como un rostro nuevo.
Mauricio Hernández aparece en la casilla 4 de Democracia Salvadoreña. Fue diputado por San Miguel y dirigente del PDC en ese departamento. Wil Salgado lo acusa de falsificar su firma para cobrar cheques a su nombre y de pedirle un contrato con el Alcalde de San Miguel para poner un negocio de recolección de basura en dicho municipio. Se ha postulado a todo tipo de cargos posibles: magistrado de la Corte Suprema, de la Corte de Cuentas, integrante del Consejo Nacional de la Judicatura. También es conocido como el candidato que se anuncia en los clasificados de los dos principales periódico y se hizo famoso cuando, en sus tiempos de diputado del PDC, le levantaron la mano para obligarlo a votar. En la foto de los periódicos, aparecía sonriendo como sonríe quien hace una travesura. Ese voto iba a servir para superar un veto presidencial que beneficiaba a pescadores artesanales.
Rodolfo Parker aparece en la casilla uno, debajo de la bandera del PDC. Este diputado aparece en el informe de la Comisión de la Verdad acusado de encubrir a los coroneles del Estado Mayor de la Fuerza Armada Salvadoreña en el caso del asesinato de seis jesuitas, su colaboradora doméstica y la hija de esta. En aquel entonces, Parker era abogado de la Fuerza Armada, y como tal participó en la Comisión de Honor que investigó a los soldados de batallón Atlacatl e interrogó personalmente a algunos de los oficiales. Varios de ellos acusaron después a Parker ante la Comisión de la Verdad por haber cambiado sus declaraciones.