Los $250 millones de la partida secreta que los bancos permitieron usar a Tony Saca
¿En qué pueden gastarse 250 millones de dólares de la partida secreta?
¿Por qué los bancos permitieron que funcionarios con salarios menores a los cinco mil dólares abrieran cuentas particulares que movieron millones de dólares?
¿Para qué sacar del sistema bancario 97 millones de dólares en efectivo -sí, billetes de 100 dólares en su mayoría-?
¿Por qué la Fiscalía no ha metido en la investigación a ningún directivo de ningún banco privado?
¿Por qué la Fiscalía no ha denunciado con todas sus letras la obstrucción a la información de los bancos que todavía se niegan a entregar datos de cinco cuentas bancarias por las que pasaron millones de dólares?
¿Por qué ningún banco emitió reportes de operaciones sospechosas?
¿Por qué nunca ningún auditor de la Corte de Cuentas dijo nada?
¿Por qué un Estado tan pequeño se da el lujo de que una persona -aunque sea el mismo presidente- tenga permiso y mecanismos instalados para usar 250 millones de dólares sin rendir cuentas?
¿Por qué el FMLN, que tanto denunció los abusos de poder el expresidente Saca, al convertirse en partido de gobierno no denunció nada, NADA?
¿Por qué ninguno de los ministros de Hacienda de los últimos 20 años ha denunciado ese mecanismo secreto de desviar fondos públicos?
Más que conclusiones, saltan preguntas tras conocer el requerimiento y los alegatos del caso presentado por la Fiscalía. Algunas respuestas serán públicas durante el juicio que todavía empieza.
Mi resumen
Mi resumen de esta primera parte es que la defensa lució mejor oratoria, pero la Fiscalía ordenó mejor su caso por escrito. Eso concluyo de la audiencia inicial contra el expresidente Antonio Saca, procesado junto a tres de sus funcionarios más cercanos: César Funes, Julio Rank y Élmer Charlaix. Para completar su círculo de poder faltó el exministro de Seguridad, René Figueroa y su primo, Herbert Saca, el importador de carros que nunca ocupó un cargo público y que ayudó a fundar Gana, el partido de exareneros saquistas que tiene la llave de los 43 votos en la Asamblea. .
La Fiscalía también incluyó como acusados a tres técnicos financieros que han manejado durante más de dos décadas las cuentas y chequeras secretas de Casa Presidencial. En principio, estos implicados, sirvieron de testigos, pero no aceptaron mantener esa etiqueta durante todo el proceso, por eso la fiscalía los metió en el mismo costal que los funcionarios del gabinete de Saca. .
La jueza, Nelly Pozas, seria en las formas, administró bien las casi 16 horas en las que, la fiscalía defendió su Caso “Destape de la Corrupción”. La Fiscalía pide a la jueza el embargo de 97 millones de dólares en bienes y fondos de los acusados. También pide la detención preventiva. La defensa, una decena de abogados para los 7 acusados, se resignó a argumentar las razones por las que no procede avalar las pretensiones de la Fiscalía. La defensa ya dio por sentado que el caso pasaría a Instrucción, etapa de recolección y análisis de pruebas.
En sus primeras declaraciones, al terminar la audiencia, el presidente Saca justificó que el dinero había sido usado para gastos de inteligencia. Sus abogados sostienen que el Organismo de Inteligencia del Estado (OIE) cuesta al Ejecutivo 800 mil dólares al mes…. Dinero que se gasta en efectivo y cuyas operaciones aún siguen siendo más secretas que los datos de la CIA, sí, la de los agentes secretos de Estados Unidos.. La aritmética más básica dice que los $800 mil de cada mes durante cinco años solo sirven para justificar 48 millones en cinco años.
Dos exdirectores del OIE me han confirmado que el estimado de gastos mensual es de 250 mil dólares, sí, dinero en efectivo que pueden cargar en una maleta.
La defensa de los técnicos financieros -los cerrajeros del sistema inventado por Arena y heredado al FMLN- no ha desmentido ninguna de las cifras de ni los mecanismos de desvío de fondos presentados por la Fiscalía. En resumen, defienden, los gastos reservados de la presidencia siempre han existido y no fueron declarados inconstitucionales hasta 2010.
Unos de los implicados me dijo una vez, después de tanto insistir en que me explicará como funcionaba la partida secreta, que mucho del dinero de la partida secreta era usado para pagar sobresueldos a miembros del gabinete. Eso es algo que también puede destapar el juicio. La persona que accedió a hablar lo hizo con la condición de apagar la grabadora y guardar el off the record. Esa declaración la use en un texto que se llaman “Los sobresueldos ocultos del gabinete”. En ella, varios funcionarios y exfuncionarios hablaron de cómo recibían un salario extra en un sobre de manila y en billetes de 100 dólares.
Tras 20 años en los que Arena institucionalizó las partidas secretas y gastos reservados, -un eufemismo para legalizar gastos sin rendir cuentas-, el FMLN mantuvo en sus funciones a los cerrajeros de esas cajas fuertes que en 5 años de gobierno repartieron discrecionalmente casi 250 millones de dólares a personas y empresas.
El mismo FMLN, justo en 2004, año en que inició sus funciones el presidente Saca, metió a la Sala de lo Constitucional una demanda para declarar ilegal el uso discrecional de fondos de la presidencia -la famosa partida secreta-. El mismo Salvador Sánchez Cerén estaba en esa demanda que la Corte Suprema de Justicia de 2004 rechazó. Una Corte, vale la pena mencionarlo, que estuvo presidida por Agustín García Calderón, amigo y promotor de la candidatura presidencial de Saca en 2014, un exmagistrado que está en la lista de exfuncionarios a los que la Sección de Probidad está auditando su incremento patrimonial.
Después de siete gobiernos que ha tenido la paz salvadoreña, sabemos más o menos de cuánto puede ser la partida secreta y tenemos algún acercamiento a cómo funciona. Un dinero que pasó por diferentes cuentas personales. Un dinero que provenía de un par de cuentas madres de la presidencia. La ley que regula la finanzas del Estado -ley de administración Financiera- dice que eso es prohibido hacerlo. El juicio apenas empieza.