La distancia entre un diputado y sus votantes
¿Cuál es la distancia entre los diputados y sus votantes?
La mayoría de diputados de la Asamblea Legislativa no entiende la indignación que nace de los que protestamos por la forma en que gastan, usan -o abusan- de los recursos públicos. Algunos creen -no sé si de verdad se lo creen frente al espejo- que las noticias sobre despilfarro que aparecen cada día en la prensa nacional es para despertar morbo, otros creen que es ataque político y más de alguno justifica que dichos gastos son normales y justificables por la importancia del cargo que ostentan.
Viven en un país diferente al de sus votantes, creo yo. Son distancias injustificables, que cómo mínimo indignan o dan cólera si se miden con la de un votante promedio, como Víctor, un operario de maquila. Su sueldo es de $196.84, y cada catorcena, menos descuentos de ley, recibe 89 dólares líquidos. Esto -solo- le alcanza para cinco libras de frijoles y cinco de arroz, y nada más. Cada catorcena le toca prestar dinero para los pasajes. Sus hijas y su hijo apenas sobreviven y Víctor, avergonzado, considera lejana la posibilidad de incluir en sus gastos corrientes la compra de toallas sanitarias o ropa...
Este votante está muy lejos de la realidad que ve y respira cada día un diputado directivo de la Asamblea. Los 14 directivos tienen derecho al uso casi irrestricto de un todoterreno Toyota Land Cruiser Prado que costó en su momento casi 60 mil dólares. También tienen derecho al uso de un pick up doble cabina -Mitsubishi o Toyota- cuyo valor mínimo de mercado es de 15 mil dólares.
Este tipo de diputados, según su rango, tienen ingresos de más de 4 mil dólares al mes. Si son secretarios de junta directiva reciben un salario de 4 mil 854.30 dólares; si son directivos vicepresidentes reciben 5 mil 225.15 dólares y el directivo presidente recibe 5 mil 781.72. Según la ley de salarios, estos fondos son en concepto de sueldo y gastos de representación que alcanzan los 914 dólares mensuales para transporte y comunicación.
Aunque la ley de salarios establece gastos de representación para transporte y comunicación, los diputados directivos reciben como beneficio extra dos teléfonos celulares, uno con plan ilimitado -cuyo costo de mercado ronda los 100 dólares- y otro con un plan cuyo costo es de 80 dólares.
Un directivo también tiene “derecho” a un seguro médico que cubre el 100 por ciento de los gastos cuyo precio de mercado es de 3 mil dólares al año. Un pago por mensualidades de este seguro sería de 250 dólares mensuales, más que un salario mínimo de un operario de maquila como Víctor. Es necesario aclarar que este precio corresponde a una cotización de un seguro de lujo yo hice al azar hace algunos meses. "Es más", me dice un diputado directivo, que dice que su "Seguro Médico Hospitalario" le cuesta al Estado más de 6 mil dólares al año.
Al seguro médico hay que agregar un bono equivalente al salario de un mes -este lo reciben al final del año- y otro bono de 700 dólares que ingresa a sus cuentas a mediados de año.
Estos beneficios no incluyen el costo de los billetes de avión de cada viaje, los vales de gasolina, los fondos con los que la Asamblea paga el costo del servicio de telefonía y el servicio del seguro médico hospitalario. Tampoco está incluido el costo de mantenimiento de cada vehículo asignado.
Oficialmente, según datos de Serafín Orantes, directivo encargado del Transporte de la Asamblea, un diputado de la junta recibe 67 galones de gasolina al mes, esto en el mercado cuesta casi 200 dólares. Según un directivo, la cifra real es otra, asegura que él recibe 180 galones mensuales, 90 para cada 4x4. En la conferencia de prensa que dio este día, Orantes se atrevió a decir que "la última semana del mes siempre le toca al diputado poner de su bolsa".
Y si es un directivo influyente, como el caso del diputado Guillermo Gallegos quien, dicho sea de paso, será el próximo presidente de la Asamblea Legislativa a partir de noviembre de este año, los ingresos extras pueden aumentar. Cuando fue elegido como secretario, en 2009, este diputado registró ingresos extras de 72 mil dólares anuales en concepto de "Sobresueldos, vacaciones, aguinaldos, indemnizaciones, pensiones, etc."
En 2012-2015, ya convertido en vicepresidente, Gallegos recibió 81 mil dólares anuales extras durante el trienio. Dinero que ha recibido legalmente y que aparece justificado en sus ingresos de las declaraciones de la Sección de Probidad.
En 2015, para aterrizar en una cifra, un diputado directivo influyente como Guillermo Gallegos recibió del Estado 115 mil 878 dólares con 25 centavos, estos repartidos entre 12, representan ingresos de más de 9 mil 6 dólares mensuales.
¿Es justa la distancia entre los votantes y sus diputados en un país que está al borde de no llegar a fin de mes con sus gastos, tal como Víctor y la mayoría de salvadoreños?