El entrenador argentino Marcelo Bielsa estuvo el 13 de diciembre de 2009 en Soyapango; en el reparto La Campanera, para mayor precisión. Aquella fue una visita atípica, consecuencia del empecinamiento del presidente de la Fundación Forever por llevar a una figura deportiva de primer nivel (entonces se preparaba para llevar a los chilenos al Mundial de Fútbol de Sudáfrica ) a una de las colonias más estigmatizadas de El Salvador. Yo subí aquella mañana a ‘La Campa’ y, por algo que estoy escribiendo estos días, me tocó recién volver a escuchar los audios que grabé. Bielsa es un personaje singular en el mundo del fútbol, al que con frecuencia se le califica como filósofo. Yo creo que en verdad lo es. Aquel 13 de diciembre, después de dirigir un entrenamiento para un pequeño grupo de niños, se reunió con no más de media docena de vecinos que estaban en la cancha y les regaló un discurso que, al reescucharlo seis años después, sentí la necesidad de compartírselo íntegro.
En 1968, Alexander Dubček —líder del Partido Comunista Checoslovaco y Presidente de la Asamblea de Checoslovaquia— implementó una serie de reformas que buscaban la creación de un socialismo con rostro humano.
En esta historia se suceden un pleito, un cadáver (virtual) y una sospecha.
Avanzada la noche del viernes 13 de marzo de 2015, 12 días transcurridos desde las elecciones municipales pero aún sin resultados oficiales, tuve un acalorado intercambio de opiniones en Twitter. Nada raro hasta ahí. Aunque cada vez rehúyo más esas discusiones –por lo general estériles–, soy de los que cree que los debates construyen, que es correcto elevar el tono si uno cree tener la razón, y que la ironía y el sarcasmo son herramientas que uno tiene derecho a utilizar y que debe tener tolerancia para digerir.
via Crónicas guancas
Cada año, alrededor de finales de junio, cuando miles de personas de la comunidad LGBTI salimos a la calle a defender nuestro derecho a existir en un país convulso y recalcitrante como este, el ambiente se pone (todavía más) tenso. Hombres desde autos en movimiento practican su puntería con mujeres trans o disparando a mansalva afuera de discas. Organizaciones a favor de los derechos de la diversidad son saqueadas. La PNC se siente facultada para vapulear a un hombre trans por ser quien es. Esto pasa todos los años. Hasta ahora, solo Contrapunto ha escrito algo al respecto.
via Cumbiarengue
Se dice que cuando la Unión Soviética (URSS) lanzó el Sputnik, todo el mundo estaba a la expectativa del paso del aparato por el cielo, Miriam Grabs, una compañera de la Asociación Salvadoreña de Astronomía recuerda en 1957 observar el paso del satélite atravesando el cielo salvadoreño "se veía a simple vista y era una luz que se movía en el firmamento. En los periódicos anunciaban el lugar donde pasaría y mi papá y sus amigos se reunieron para verlo desde la terraza de un pequeño edificio". El Sputnik simplemente era una esfera de aluminio con cuatro antenas que en su interior se había instalado dos transmisores los cuales emitían una señal de radio (escuchar aquí).
via Cósmica
Este sábado es el desfile del orgullo gay. Creo que todo aquel que realmente crea en la democracia, libertades y todo eso que suena a campaña política, pero no lo es, debería ir.
Foto: Wikimedia commons
A pesar de lo que los hipsters puedan pensar, Rock ha habido este año y mucho,tanto que los carnales de Rockzilla Rockzuki hicieron un top no con las mejores 10 o 15 sino 30 canciones. El rock, sin meterse en demasiadas complicaciones, la definen los rockzillas como "lleva distorsión".
El Ministro y yo, es una de las películas que más me gusta del inolvidable Cantinflas, es una de esas que nos deja una tremenda enseñanza y la cual debería de ser de rigor que los que están a punto de ser ministros y funcionarios públicos deberían de ver y hacer talleres sobre ésta.
En 1921, los Borges regresan a Buenos Aires. El joven escritor exporta así el ultraísmo español a su tierra natal; a partir de ese año se desarrolla la vida autónoma del ultraísmo argentino, creciente en importancia hacia 1925, y en retirada desde entonces hasta 1927. Al respecto comenta Borges: “El ultraísmo de Sevilla fue una voluntad de renuevo. El ultraísmo en Buenos Aires fue el anhelo de recabar un arte absoluto que no dependiese del prestigio infiel de las voces y que durase con la perennidad del idioma como una certidumbre de hermosura”.